Por Guillermo Muñoz
Cuando la comunidad de Natales apenas se avistaba como ciudad turística y, menos aún, la necesidad del inglés en su futuro, se vio expuesta a una prueba de fuego.
Era el año 83 y el éxito mundial y en Chile era “Flashdance”, la película dirigida por Adrian Lyne, versión moderna pop de Cenicienta donde una joven obrera soldadora anhela ser bailarina clásica, cumpliendo a la mitad su sueño, porque en las noches además de soldar se dedica a bailar en un night club.
La chica de la silla
El afiche de la película no era menos sugerente, la protagonista interpretada por Jennifer Beals luce sentada con un suéter que estira entre sus piernas. La banda sonora era el plato fuerte, porque allí estaban Donna Summer, Grace Jones, Kim Carnes, Irene Cara con su «What this feeling»- ganadora del Oscar en 1984- y un pegajoso tema llamado «Maniac» que se iniciaba con un cascabel electrónico y un estribillo que en un inglés provincial solía cantarse “shisomeniak…meniak…».
Tony Manero vuelve
El otro estreno era “Sobreviviendo” que ya venía con un prontuario de peso, pues era la secuela de “Fiebre de Sábado por la noche”, aquel éxito de los setenta con música de los Bee Gees que elevó a John Travolta a la altura de icono popular interpretando al joven Tony Manero que, al igual que el personaje de Flashdance, desea dejar atrás su pasado para convertirse en un bailarín profesional. “Sobreviviendo” la dirigió Sylvester Stallone y entre sus éxitos volvía a combinar a los Bee Gees con un hit de su hermano- Frank Stallone- llamado “Far from over”.
Ambas cintas se estrenaron en Santiago a finales del 83.

Y Natales casi de forma simultánea lo hizo a través del VideoCine “10”, sala de exhibición de películas en videocassette ubicada en la esquina de Ramírez con Esmeralda, propiedad de Pepe Viano y donde en la habitación contigua en las noches se convertía en el night Club “Fiebre”.
Pasito a pasito, Video Cine “10” desplazaría al cine de Agostini con sus películas en rollos envasados en latas. La sala tenía 40 butacas, ofrecía programación triple por una entrada módica y la mayoría de los estrenos eran gracias a un atajo comercial que, según cuenta la leyenda, provenía de un paso libre por Panamá.
Sin subtítulos es igual
“Flashdance” y “Sobreviviendo” se estrenaron con funciones llenas en sus 40 butacas en horarios de matiné, vermouth y noche durante meses.
El único detalle es que las dos películas estaban en inglés sin subtítulos. Un detalle que a ningún espectador pareció importarle porque a pesar del inconveniente la historia podía entenderse y, aunque eso fuera importante, lo esencial era la música que vendría a revolucionar las fiestas y hormonas juveniles.
Meses después de su estreno en Natales, llegaron las versiones subtituladas, pero nuevamente a nadie pareció importarle, y quienes concurrieron comprobaron que lo que se entendió era más o menos similar a lo que era la historia. Así que el problema fue archivado como caso cerrado.
Dicen que una buena película se entiende por lo que hablan sus imágenes. Si esta hipótesis fuera cierta, “Flashdance” y “Sobreviviendo” para los espectadores natalinos que asistieron a aquellas funciones serían obras maestras. Pero no es así. Ambas películas fueron destrozadas por la crítica, pero eso tampoco importó.
Porque lo que realmente tenía valor era cómo les iba a aquellos dos jóvenes que soñaban con ser bailarines y consagrarse en un escenario.Algo que quizás identificaba a muchos natalinos que se ilusionaban con salir tarde o temprano de aquella ciudad de tres cuadras como zona céntrica, atado su futuro a un pueblo minero de Argentina y que nunca quizás imaginaron que el inglés se iba a convertir en su segunda lengua casi por sobrevivencia.