“¿Quién es Erin Carter?” (Netflix) puede considerarse la revancha de una muy buena actriz como es Evin Ahmad ante el final inesperado de otra serie de acción que protagonizó hace no mucho tiempo, “Snabba Cash” (también en Netflix).
Ahmad es la actriz justa en el momento perfecto. Porque es sueca pero de padre iraquí y madre siria. Ha venido mostrando su talento en Suecia desde que es pequeña pero Netflix le dio la oportunidad de trascender las fronteras.
Hay que decirlo, “Snabba Cash” es una serie con un guión bastante más interesante que la actual serie que lidera ella y que está en la lista Top de la famosa plataforma.
Pero los algoritmos mandan y aquí y ahora Ahmad conoció el verdadero éxito.
Una vez más el personaje central de un policial bien producido, por Hollywood, Netflix, HBO o quien sea que pague, es una persona que aparenta tener una vida normal. En esta ocasión en Barcelona.
Erin es maestra, joven, madre soltera y se encuentra en pareja con un español o catalán que claramente no tiene acento aunque sí reúne las características típicas del macho latino, salvo que Jordi (Sean Teale) es muy paciente.
Lo del acento o incluso el idioma es algo que sucede con los demás personajes que la rodean y que hablan perfectamente inglés y malamente español. En fin, cosas de la globalización.
Como es obvio Erin es algo muy distinto a lo que pretende ser en su pequeño universo catalán. Por pura casualidad se encuentra con un integrante de una ex banda que integraba en otro país de Europa y todo se va al demonio.
A partir de allí la serie nos ofrece buenas escenas de acción a las que Ahmad ya está acostumbrada, planos de su hermoso rostro y físico y diálogos insulsos con un montón de gente que se cruza por la cámara.
La serie es divertida, tontolona y funciona. Los índices de audiencia no mienten. Tantos han caído ya en la trampa de los guiones previsibles y, sin embargo, “¿Quién es Erin Carter?” tiene un as bajo la manda: Evin Ahmad. Perfecta para este mundo de locos.
Acaba de terminar la primera temporada y quedaron cabos sueltos para la segunda. La esperamos.