Por Claudio Andrade

La vida está llena de ironías y puede que estemos frente a una de dimensiones colosales. El presidente Gabriel Boric acaba de firmar un histórico acuerdo con China para que la industria salmonera–siempre atacada, golpeada y menos preciada– provea de producto fresco al gigante asiático.

A regañadientes o no al mandatario le tocó poner “el gancho” a un acuerdo largamente esperado por el sector. Uno no podría decir que Boric no hizo demasiado por la salmonicultura, sus empresarios y sus trabajadores en lo que lleva de mandato. Más bien lo contrario. Digamos todo.

Ya es ampliamente sabido que China no suele interesarse en pequeñas u operaciones medianas. Cuando el dragón de Oriente compra algo lo hace en grande.

De este modo el gobierno que, a través de su Ministerio de Medioambiente conducido por Maisa Rojas, más ha anhelado la desaparición de la salmonicultura del país es el mismo que paradójicamente en firma un convenio que dejará una profunda huella en la economía nacional.

Porque el acuerdo con China se traducirá necesariamente en mayor producción y más empleo. Un empleo que comienza a faltar según marcan los índices.

Las presiones ideológicas internacionales vienen mostrando otro camino a Boric y su equipo. El de un Chile despoblado y virgen. Más que un país, agrupaciones como Greenpeace, alentada por la marca Patagonia, la ONG Oceana, entre otras, imaginan un Chile-Parque-Nacional que se superponga a un Chile-País. Sus discursos son taxativos en este sentido y no admiten dobles lecturas. El etnocentrismo es apenas ocultado por sus actores.

Entre enero y septiembre del presente año, Chile exportó 34.469 toneladas por un total de USD 251 millones. Esto representa un importante alza respecto de 2022 cuando se exportaron 20.164 toneladas por US$150 millones.

El flamante acuerdo impulsará y obligará al país a potenciar su producción para poder cumplir con las expectativas de una de las dos economías más fuertes del planeta.

“Hoy en Beijing, y ante la atenta mirada del Presidente Chino XI Jinping y del Presidente de Chile Gabriel Boric, el ministro de Economía Nicolás Grau firma protocolo que permitirá la entrada del salmón del Pacífico (salmón Coho) al mercado chino en formato fresco”, señaló el gerente general del grupo AquaChile, Sady Delgado.

“Enorme el trabajo del Ministerio de Economía, Sernapesca, Subsecretaria de Pesca y Acuicultura y Ministerio de Agricultura para apoyar el comercio exterior de Chile como potencia alimentaria”, agregó el ejecutivo.

“La alianza público privada para apoyar las exportaciones de alimentos de Chile al mundo, hoy da sus frutos”, indicó.

Desde el Consejo del Salmón y la multisindical integrada por los Trabajadores de la Industria del Salmón festejaron el convenio. Una forma de hacer comprender a las autoridades políticas que detrás de la industria hay más de 70 mil personas que aprecian su trabajo cotidiano.

En los últimos meses y desde su ministerio, Rojas ha dado claras señales en contra del desarrollo del sector en Chile. Estando en Coyhaique semanas atrás incluso manifestó en tono bélico que su cartera continuaría luchando para expulsar a la industria del sur.

El acuerdo pone en jaque los planteos extremistas como el de Rojas.

Está claro que el gobierno de Boric no tiene margen para continuar disparándose “en las patas”. Cuando China estornuda el resto del mundo dice salud, como un indica el dicho popular. Y ahora China ha realizado un gesto hacia nuestro país que puede marcar a generaciones de una forma muy positiva.