Por Alejandro Kusanivic
¿Qué está sucediendo en Magallanes? ¿En qué momento nos desviamos del camino? Uno de los problemas más evidentes es la pérdida del espíritu pionero que alguna vez definió nuestra región. Ese impulso innovador y creativo no solo nos convirtió en una de las primeras zonas de Chile en contar con iluminación eléctrica y telefonía, sino que también fue un motor del desarrollo industrial, como la ganadería ovina entre otros, así como también del florecimiento cultural de nuestra región. La creación de teatros, el desarrollo pionero del cine en Chile y otras expresiones artísticas son testimonio de una comunidad visionaria.
Hoy me pregunto: ¿dónde está esa visión de desarrollo en industrias emergentes como la salmonicultura, el turismo, la conectividad con el país y el mundo, o nuestra proyección hacia la Antártica? La ausencia de una dirección clara, o peor aún, la presencia de enfoques y el impulso de proyectos erróneos y anacrónicos, me preocupa y angustia. Es urgente un cambio.
Debemos reflexionar: ¿cómo llegamos a esta situación? La respuesta parece clara: en algún punto, perdimos nuestra visión de futuro. La capacidad de proyectarnos hacia adelante, propia de los pioneros y emigrantes que forjaron Magallanes, se ha diluido. Ellos llegaron aquí con el deseo de superación y libertad, determinados a construir un mejor destino. Sin embargo, hoy esa energía y ese espíritu parecen haberse debilitado entre nuestras autoridades, líderes y muchos habitantes. Recuperarlos es una tarea impostergable, pero bajo una mirada de futuro y consciente que Magallanes y nuestra Antártica configuran hoy el polo geográfico más complejo, desafiante y emergente en la proyección internacional de Chile.
¿Cómo restablecer ese espíritu y esa visión que alguna vez nos distinguió? Creo firmemente que el primer paso es la unión. Debemos dejar de lado el egoísmo y las ambiciones personales para enfocarnos en un propósito común. Es imprescindible formar un grupo de magallánicos comprometidos, dispuestos a diseñar y ejecutar proyectos que nos permitan retomar el rumbo correcto de nuestra región.
Este grupo debe integrar a personas de diversos ámbitos de la sociedad, unidas por un espíritu constructivo y un deseo genuino de revitalizar las “Ideas de Magallanes”. Trazar un plan claro para el futuro es una tarea colectiva y la participación activa de la comunidad será clave para que Magallanes no solo recupere su esencia pionera, sino que también se proyecte hacia un futuro próspero y lleno de oportunidades.
Magallanes merece renacer. Es momento de despertar el espíritu innovador que define nuestra tradición magallánica, de inspirarnos en los desafíos del pasado y de unir fuerzas para construir un futuro digno para todos sus habitantes. La historia nos ha demostrado que, cuando trabajamos juntos y con propósito, logramos grandes cosas. ¡Es hora de recuperar nuestra visión de futuro con «Ideas Magallanes»!
(*) Senador por Magallanes